

Sí, bastante distante de los bolichitos baratos de Floresta, Parque Patricios o inclusive Ciudadela que suelo frecuentar.
Debo decir que uno de los motivos por el cual me dieron ganas de pasar por un restaurante caro (y cuando digo caro no digo que no lo valga, sino que se aleja del monto que suelo pagar para comer) fue conocer a Dante Liporace unos días antes en la casa de Gonzalo Alderete, el cocinero de Perón Perón, junto a otro sibarita, Leandro Caffarena.

Para mí algo interesante es ver en un cocinero la suspicacia para responder a algo. Esa velocidad con la que alguien te dice que le caés bien, o te dice que sos un pelotudo, sin pelos en la lengua, me permite adivinar: la suspicacia también se lleva a la cocina.


Si bien no soy asiduo visitante de restaurantes de cocina molecular, platos vanguardistas, productos extremadamente exóticos ni mucho menos, me encontré con esta nueva cocina argentina en Tarquino y me hizo recordar al famoso lema del Banco Río de la década de los 90's: "Siempre un paso, adelante.".

La moda del refinamiento en los platos extranjeros me hace recordar mucho a los sommeliers que te hablan de descriptores aromáticos que el 99.98% de las personas nunca olió o probó en su vida. Esa mala costumbre se está dejando de lado porque hablar de algo que sólo conoce el interlocutor, es sinónimo de soberbia. En la cocina pasa lo mismo. Deconstruir un plato sirio-libanés y aplicarle especias usadas en Birmania es, o pasarse de la raya, o pretender lograr algo que ni siquiera vos conocés, pero te sirve para facturarte a precio europeo por un plato de comida al que le cambiaste dos ingredientes.
Al carajo la cocina birmana, la sirio-libanesa, la de Corean del norte, la del Sur, y comer foca en Alaska.

Porque en cualquier pizzería de barrio te vas a comer una buena pizza. Inclusive en cadenas como el Almacén de Pizzas comés buena pizza, y eso que hablamos de una especie de Mc Donald's de los panes estirados con salsa.
En Argentina se come muy bien, en general. No hay que dar muchas vueltas para encontrar un buen restaurante. Entonces, ¿por qué no explotar esa gastronomía que tanto nos gusta y convertirla en algo nuevo que te deje con la boca abierta de sorpresa?
Bueno, Dante hace eso. Una nueva cocina argentina que nos va a abrir al mundo.
Maradona, el Tango y la corrupción ya no serán nuestra carta de presentación. Ahora tenemos una nueva cocina que va a dar que hablar...
Y brindo por el cambio.
Salú'
El Guerrillero Culinario
*Utilizo la definición de Cocina Molecular tan solo para que el lector tenga un punto de partida a la hora de entender a qué se parece más esta Nueva Cocina Argentina, más allá de que el concepto esté enfocado más en el sabor, en traer recuerdos de sabores autóctonos, además de cuidar la presentación y las nuevas texturas.
1 comentario:
Execelente Guerrilero !!!!La verdad que Tarquino es Un Lugar Imperdible .Siempre le digo a todos los que conozco No te preocupes cuanto tiempo te va a llevar ahorrar para ir .Hacelo !!!! Porque ningun lugar donde hayas comido se parece ,ni minimamente ,a la Maravillosa Experiencia de que te cocine Dante Liporace en un lugar tan bello como Unico .Que buena reseña !!!
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