La Reina Kunti - El lugar que las madres quieren que sus hijos visiten

Nombre: La Reina Kunti
Tipo: Restaurante
Estilo: Hindú, Vegetariana
Dirección: Humahuaca 3461, Capital Federal
Teléfono: 4863-3071


Evaluación
Cocina: Muy Buena
Ambientación: Buena
Atención: Buena
Precio: Económico/Medio

Ideal para: Ponerle onda a la comida vegetariana, comer con amigos.

Como diría Tony Bourdain: “Los vegetarianos a ultranza -y las ramas divididas tipo Hezbolá- son motivo de permanente irritación para cualquier chef que valga algo”.

No soy vegetariano, y no lo seré nunca. A nosotros gusta alimentarnos bien, con variedad de carnes, verduras y cereales, así como se viene alimentando el ser humano desde hace 2 millones de años. Jugar con la naturaleza y la evolución, evitando un gran grupo de alimentos es una decisión personal de cada uno, la respeto, pero...

No obstante teníamos ganas de pasar por La Reina Kunti, un restaurante vegetariano-hindú de Almagro. A unas cuadras del Abasto se encuentra esta casona vieja del tipo casa chorizo de techos altos y ambientes grandes en una zona no muy agradable para pasear y caminar. A simple vista el lugar da la sensación de ser muy minimalista pero coincide muy bien la ideología vegetariana evitando el uso excesivo de productos artificiales por lo que la decoración es básica (ni hablar que en la India tampoco se preocupan mucho por la decoración). Como detalle simpático tenían unos floreritos en cada mesa que le daban un toque más natural, y los almohadones eran mucho más cómodos que los de Bereber.

La panera viene con algunos pancitos caseros, simples pero sabrosos y, en este caso, vino con una pasta de berenjenas. No es un restaurante ideal para personas que sufran constantemente de alergias porque casi todo está bien especiado, con sabores similares a los del restaurante Katmandú.

Siguiendo la idea sana y dado que yo tenía unos lindos cólicos vesiculares optamos por la limonada con jengibre, que venía bien colada y en jarra grande ayudó mucho a frenar la saturación de nuestras papilas gustativas por el cardamomo, el anís estrellado, comino, ajo, pimienta de cayena, y muchas otras especias alrededor de los platos.

El lugar tiene platos baratos pero chicos, cosa que personalmente considero una ventaja porque nos permite ir probando diferentes cosas sin morir en la fuente de ñoquis con salsa para 4 más dependencia. Los Chapatis, pan hindú plano que venía con un chutney muy rico son recomendables para empezar picando algo o acompañar algún plato.

Respecto a otros platos nos gustaron las Koftas, unas simil albóndigas especiadas que venían en una salsa de tomate, albahaca y papas. A este punto uno tiene que considerar que al ser vegetariano no va a encontrar ni currys de cordero ni nada que se le asemeje, pero para ser gastronomía vegetariana es muy sabrosa ya que muchos restaurantes tienen a veces el problema de como ofrecer variedad y sabor sin el uso excesivo de grasas y aceites, como pasa con la comida en Siempre Verde, Evergreen o Primavera, todos esos restaurantes de comida china vegetariana, rica, pero con demasiado aceite.

De postre hay varios dulces altamente empalagosos que te suben la glucemia en un segundo, como el Ladus, unas bolitas de garbanzo y pasta de maní que tenían un sabor similar al mantecol. Tapan todas las especias que tengas en la boca, y aunque a la vista los postres son chicos, tienen un sabor tan dulce y marcado que no es necesario comer más que esa porción.

El servicio es bueno y el tiempo de salida de los platos es largo, pero si uno considera el tipo de gastronomía y la filosofía tanto vegetariana como hindú, todo está bien encuadrado, tanto la decoración básica como los largos tiempos para comer y respetar el espacio de cada uno. Hace rato que percibo al comensal como un ente amargado que ni si quiera disfruta de la comida como un evento en sí ¿Qué nos está pasando? ¿Acaso comer tiene que ser nada más que un mero hecho básico de supervivencia y alimentación? ¿Hacia qué nos dirigimos? ¿A consumir alimento para astronauta en en 15 segundos? ¿Y la sobre mesa donde quedó?

No es un lugar recomendado para un oficinista que vive los fines de semana en 5ta a fondo, (como siempre digo: si querés comer en 5 minutos tenés Mc Donald’s al lado de cualquier parada de subte) ni tampoco para el típico comensal palermitano que busca los platos de siempre, la decoración plug&play y la atención brindada por simpáticas centroamericanas.

Si tenés un rato para ir a probar la comida, está bueno para abrir la mente y entender también que no todo tiene que ser comer y salir corriendo o llenarse hasta reventar; interesante opción para comer comida hindú sin los mosquitos del tamaño de libélulas y los 45 grados de térmica de Numbai o Nueva Delhi.

Mi receta vegetariana de una ensalada tibia de calabaza

El Guerrillero Culinario