lunes, 18 de octubre de 2010

Dobar Tek - Buen provecho

Nombre: Dobar Tek
Tipo: Restaurante, Bodegón
Estilo: Croata
Dirección: Av. San Juan 548, Capital Federal
Teléfono: 4307-5235

Evaluación Cocina: Excelente
Ambientación: Muy Buena
Atención: de Buena a Muy Buena
Precio: Medio

Hacía bastante tiempo que teníamos ganas de conocer este lugar y tanto la celebración de la comunidad croata que se hizo en la Av. de Mayo como la crónica de Couto me plantaron la ansiedad así que, primer momento disponible, salimos disparados en el batimovil (¿?) hasta San Telmo.

Llegamos a la puerta y me di cuenta que, después de haber pasado varias veces por ahí yendo a Café San Juan, nunca me había percatado de este restaurante croata. Por fuera, así como por dentro, es un bodegón, simple, con láminas de paisajes de la costa croata y muy poca decoración. En cierta forma me hizo acordar a Albamonte, pero con menos gente y menos ruidoso.

El lugar estaba lleno, pero la distancia entre las mesas era fenomenal. Nos sentaron justo al lado de la mesa en la que estaba comiendo Martiniano. Por si no lo conocen, se nota que fue jugador de Handball porque es una especie de puerta de doble hoja; yo mido 1.80 me sentía un pitufo.

La atención podría ser excelente si no hubiesen tardado 40 minutos entre platos y otros 40 para el postre. Capaz no es excesiva la espera entre platos cuando uno habla de gastronomía casera y hecha à la minute, pero cuando lo único que había que hacer para despachar un postre era servirlo y decorarlo de una forma tan simple que cualquier mozo lo haría uno empieza a estufarse y el calor sube por la espalda. Sin embargo, la calidez con la que te atienden los dueños y familiares, hace más amena la estancia; la sonrisa con la que te abren la puerta y te guían a la salida es suficiente para olvidarse de los tiempos excesivos entre platos. Charlando (sí, como de costumbre) con el dueño nos confesó ser el menos croata de todos y que la verdadera “jefa” (como siempre) es su mujer, que estaba en la cocina y era la encargada de satisfacer nuestro paladar.


Primero nos trajeron el Gulash (gulas) con ñoquis. La porción es grande, el sabor es distinto al que probamos en cualquier otro lugar, bien suave, para nada picante y con spätzle de un tamaño considerable (realmente similares a ñoquis caseros). Es una buena opción si te gusta un plato para días fríos sin que tenga ese sabor penetrante que suele tener el gulash tradicional.

Terminado el primer plato nos trajeron el Ćevapčići con ajvar. Unas albóndigas de carne especiadas con forma de salchichas alargadas, que me hicieron recordar mucho a los fierritos de Sarkis, eran muy ricas, acompañadas con una ensalada de papa y cebolla y una salsita picante (Ajvar). Nosotros la pedimos picante pero, o se confundieron y nos trajeron la suave, o estoy demasiado acostumbrado a tener fuego en la boca, porque untaba la carne como si fuera salsa barbacoa.

A este punto estábamos que explotábamos, pero ya había visto el strúdel especial con helado y caramelo y, como dice la abuela de Caro: “ya que muera el gato, que muera harto”. El precio es bastante alto para ser un postre, pero lo que no especifican es que son dos postres. Con la mitad del strúdel alcanzaba para dos, lo pueden notar en la foto. ¡Cómo se nota que la cocinera hizo strúdel toda la vida! Pienso volver por ese postre que es magnífico. Como diría un tano: strepitoso!

Entre charla y charla con el dueño nos comentó que el restaurante cierra a fines de diciembre para abrir en su sucursal en Mar del Sur haciéndose cargo de un restaurante en la costa hace ya unos años. Durante la temporada se va toda la familia a trabajar y veranear a la costa y vuelven a fines de marzo para seguir dándonos esa comida abundante que tanto nos gustó.
Otra excusa para ir a conocer Croacia. ¿Todo sea por alimentar el blog, no? ¡Ja!




El Guerrillero Culinario

5 comentarios:

Lotta Tomelilla dijo...

Ese strúdel tiene toda la pinta!! :-D y el gulash me encanta, el mejor lugar donde lo comí fue en el hotel Rupu Pehuén de Bariloche.
Bueno, habrá que ir a conocer el restaurant croata nomás ;-)

Unknown dijo...

Si van solo dos personas sería bueno decirles que te hagan media porción de strudel porque es muy grande, a menos que compartas un plato y un strudel completo.

Lo que ví con mucha pinta y pienso comer la próxima son los strudel salados, hay de verdura y de carne, y te vienen uno y uno si los pedís así. Eso creo que es ideal para compartir también.

Pablo Ramljak dijo...

Imperdible el sarma además de los strudels.
Y si estás dudando visitar Croacia, no lo pienses más:
1 - Más económico que la UE
2 - Comida muy variada.
3 - Todos amables y atentos
4 - lugares históricos como la ciudad vieja de Dubrovnik, Split, pequeños pueblos como Trogir, lagos alucinantes como los de Plitvice (16 unidos por cascadas), etc.

Veroka dijo...

Prueben el strudel de marsicos, yo lo degusté en Mar del Sur y es una delicia =)

Urbano dijo...

Hoy domingo, convencí a la familia de ir a comer a Dobar Tek; no nos defraudó; entrada de lever y cracovia (una especie de salamin ahumado) ricos los dos; con mi novia compartimos el strudel de mariscos y mis viejos compartieron unas pechito de cerdo ahumado con papas y chucrut (que a mi me gustó más que el strudel);hasta aca venía todo bien , ni más ni menos que lo reflejado en las reseñas de otros blog y de este mismo...... el final, el postre, strudel de manzana con helado y torta dovos; sin palabras, alucinantes los dos. Todo esto mas 3 aguas y un vino de 3/4 medianito 600 mangos, si le sumamos la sonrisa de los anfitriones y el video de la señora haciendo masa filo de forma tradicional, me parece que salimos ganando ..... Me quedé con ganas de provar platos . I'll be back.