martes, 5 de julio de 2011

El Bodegón de Villa Luro – Más claro, imposible.

Nombre: El Bodegón de Villa Luro
Tipo: Restaurante
Estilo: Bodegón
Dirección: Rivadavia 9800 esquina Bryon
Teléfono: 4638-1359

Evaluación

Cocina: Excelente
Ambientación: Regular
Atención: Muy Buena
Precio: Económico

Que me guste ir a los bodegones no es novedad en lo más mínimo. Ser Fan de la buena relación precio/calidad, tampoco. Seguir los consejos de amigos, algo que hago siempre.

Por ese motivo empecé a frecuentar el Bodegón de Villa Luro recomendado por mi amigo (y compañero de emociones fotográficas) Sebastián. Y lo bien que hice en caer en esta esquina atiborrada de mesas, con mozos que nacieron mozos, esos a los que, de chicos, les preguntaban ¿Qué vas a ser cuando seas grande?... Mozo respondían. Orgullosos querían ser mozos.

Porque convengamos que hay ciertas profesiones con las que uno nace. Mozo es una de esas. El mozo de alma es el que atiende en el mismo lugar desde los últimos 20, 30 o hasta 40 años. Es el tipo que te lleva adelante el negocio. Podés tener una comida mejor o peor que la competencia, podés tener precios bajos o un poco más elevados que la media de los bodegones, pero lo que uno busca al caer en estas esquinas pseudo pulperías porteñas, es esa atención personalizada que te hace sentir algo más que “el tipo de la mesa 5”.

Esta apreciación por la atención brindada por gente que está en el gremio hace mucho tiempo se ve revalorada hoy, año 2011, por la sobrecarga de extranjeros centroamericanos que vienen a hacerse la América del Sur y te atienden con la ínfima experiencia que pueden tener intentando subsanar las fallas con una tonada simpática, pero poco efectiva.

La gran falla de la mayoría de los bodegones es siempre la misma. La ambientación. Y no hablo desde el punto de vista visual ni critico la decoración, sino el abuso por maximizar el espacio, lo que no da lugar a poder comer tranquilo, sumado a la mezcla de aromas que rondan por el salón.

Pero instantáneamente te acordás que estás en un bodegón, y que no fuiste con tu mejor pilcha* ni tampoco lo usaste para conquistar a una bella damisela. Fuiste a comer, a comer algo rico, RICO.

Los bodegones son lo más cercano a tener a tu mamá cocinando. Una simple milanesa con puré puede ser comparada con una lámina de cartón corrugado así como con una suave feta de carne jugosa y sabrosa. Lo último es el caso de la milanesa que comí en el Bodegón de Villa Luro. Si yo tengo que hacer una milanesa frita con ese punto exacto de cocción, prefiero comprárselas a ellos. Les sale perfecta. Y si piensan que es fácil freír una milanesa y que salga tierna como para cortar con tenedor, hagan la prueba.

Más allá de la carta, lo principal está en la primera página, escrito a mano, y dejarse guiar por la sabia recomendación del mozo. La empanada de carne frita es algo con lo que hay que empezar, mínimo, y sin dudarlo. El viaje de sabores comienza encargando la empanada de carne y después eligiendo algo para comer.

Cuando pedí los ñoquis con estofado, charlando con el mozo, escuché la razón más sensata y pura de porqué no había Sorrentinos: “Los sorrentinos los hace uno de los integrantes de la cocina, y como está lastimado y no está cocinando los sacamos de la carta; si no los hace él no los compramos”. Ahí me di cuenta que los ñoquis iban a ser 100% caseros y 200% ricos. Con esa simple frase se compraron una parte de mi corazón a la hora de elegir un lugar para comer por la zona oeste de la Capital Federal.

La bondiola de cerdo al horno con papas, batata, cebolla y todo ese juguito es magnífica. Como toda carne braseada y cocida con amor y dedicación, se desarma de la misma forma que un brownie húmedo, sólo al tocarla con la punta del tenedor. Otro de los clásicos que me recomendó Sebastián, quien ya conocía el lugar por pedir comida casi a diario.

Porque también eso es importante, podés pedir para llevar todo lo que está en la carta, y por la módica suma de cien pesos, le llevás comida y amor para toda la familia. Eso sí… Tenete un buen tinto y una linda cama para desacansar el resto de la tarde…


Receta: Milanesas de Chimichurri






El Guerrillero Culinario





*Pilcha: Según la R.A.E., coloq. Arg., Perú y Ur. Prenda de vestir, particularmente si es elegante y cara.

5 comentarios:

Ariel dijo...

Muy buena reseña, sabe que lograste darme hambre y recordar esos olores a comida "rica"...

Anónimo dijo...

Eso porque no probaste el pollo al ajillo!... "resetea" tu paladar y se transforma en el único sabor de tu vida.
Abrazo y felicitaciones por el excelente blog.
Dr.Ska!

Urbano dijo...

Hola Lionel:
Siendo de la zona y conociendo tu gusto por los bodegones,tengo que recomendarte un reducto gastronómico que frecuento (soy un vago y me queda a media cuadra de casa, pero no por eso deja de ser una joyita). En Villa Luro, Escalada 778 esquina Juan Bautista Alberdi, es un pequeño restaurante con las paredes pintadas de rojo, no tiene nombre a la vista, el dueño es Don Rufo y la moza se llama Majo, la carta es breve y la Papas Fritas son así, con mayúsculas, también te recomiendo las empanadas y un buen bife de chorizo o una entraña que la hacen con cuero (ya se que te gusta sin). Vas a comer como rey y por 120 mangos por cabeza. De lunes a viernes al mediodía y noche y sábados al mediodía, no hay tarjetas y de postre solo queso y dulce. Buen provecho. Vale la pena.

Anónimo dijo...

uy flaco como sr nota q no sos de la zona hace 20 años q vivo a la vuelta de ese lugar y no voy ni en pedo.el pan esta arriba de la mesa desde las 7 am cuando abren y la higiene es repugnante .. ni hablar q tienen un corte de luz x semana agradece no haber muertp intoxicado

caro dijo...

Ajjajajajaajajajaja