El Nuevo Rayo – La esquina de barrio de Homero Manzi

Nombre: El Nuevo Rayo

Tipo: Bodegón
Estilo: Minutas y segundas.

Dirección: Av. San Juan 3561, Capital Federal
Teléfono: 4957-1146

Evaluación
Cocina: Muy Buena

Ambientación: Buena

Atención: Muy Buena
Precio: Económico

Hay bodegones que tienen en su decoración a viejos comensales. Viejos porque hace mucho que están, y porque tienen más años que el lobo marino de Mar del Plata.

Esa relación simbiótica entre el anciano que consume a diario su porción de fideos con tuco y queso de rallar maridado con su vasito de vino tinto, y sifón de soda es, me atrevo a decir, parte fundamental del folclore de nuestra tradicional Buenos Aires.

Y qué mejor que encontrarse con esta escena a metros de la mítica esquina Homero Manzi, ahí, justo donde el glamour del tango siglo XXI le vacía las billeteras a los extranjeros. Tan cerca de un pasado que está tan lejos de la historia.

La mejor definición de “salón comedor” la tenés en este reducto de siete por siete donde caben, a lo sumo, seis viejos, tres laburantes que buscan recuperar las calorías en medio de la jornada laboral, dos familias y alguna pareja los fines de semana. Mesas simples, nada de sillas estilo Bauhaus ni ocho cuartos como diría mi abuela, la heladera mostrador, el barullo (palabra digna de letra de tango). ¿Qué más podemos pedir si queremos comer en un lugar bien porteño?

Hablar de la comida de este bodegón es casi repetir la misma reseña que muchos de los otros bodegones sobre los que escribí. Pero eso no quiere decir que haya que dejar de lado un barrio mítico como Boedo, donde quizás te pinte comer un buen plato de tallarines con tuco o estofado, de ese estofado que está en la marmita cocinándose desde 1993.

Porque milanesas comemos en todos lados, pero como una vez dije, traeme a cualquier Chef groso y la madre de cualquiera de nosotros hace mejores milanesas napolitanas, con los ojos cerrados.

La posta de la milanesa está en la repetición. El tipo que hace milanesas desde los 20 años, a los 50, hace las mejores milanesas de Buenos Aires, comparables con las de los otros muchos cocineros que hace 30 años están friendo (u horneando) milanesas todos los días.

Yo diría que los oriundos de Boedo, San Cristobal y Almagro tengan en cuenta este pequeño bodegón donde ir a comer mientras se escuchan un tanguito de D'Arienzo, el rey del compás.

 

 

 

 

 

 

El Guerrillero Culinario