
La feria está dividida imaginariamente en tres partes. La primera está compuesta por los stands de Carteras, Bazar, Zapatos y el 90% de los visitantes apiñados como jureles y sardinas en una lata de conserva. Ahí tendrán colas y colas de más de 2 horas porque los precios son muy buenos. La segunda está compuesta por los stands variados de venta de todo tipo de ropa, utencillos, productos de fabricación dudosamente original (osea cualquier porquería que se puede comprar en Once). La tercera, que es la que nos importa a nosotros es la parte gastronómica.
La parte gastronómica para comer en el momento me decepcionó bastante respecto a la oferta. Si bien la mayor parte de la oferta gastronómica (por no decir toda) se remite a nuestra nación, no me hubiese molestado tanto si, al menos, ofrecían buenos productos.
Los sectores de gastronomía se separan en stands de venta de productos y en stands de comida. Los de comida no son malos, son malísimos. Hay dos sectores de comidas, uno al frente de la exposición y otro al fondo. El del frente ofrece lo mismo que podemos consumir en el estadio de Polo cuando vamos a ver un recital, patys, sandwiches, algo de parrilla. El sector del fondo estaba desarrollado de una forma muy graciosa: un stand ofrecía comida árabe (Shawarma, empanadas, dedos de novia, etc), otro ensaladas de fruta y el resto eran unos 5 stands donde TODOS ofrecían exactamente lo mismo, sandwiches de jamón y queso y un par de variedades más. Me hizo recordar el capítulo de Los Simpson cuando Bart entra a ponerse un arito y cuando sale habían convertido el lugar en Starbucks y todos los locales eran iguales. ¿A quién se le ocurrió poner un salón de comidas con 5 lugares que ofrecen los mismos sandwiches de miga?



Caminando te encontrás con un puesto de venta de mazapan con todo tipo de frutos secos, bombones, chocolates y demás. Recomendable para quienes quieren reducir su esperanza de vida pero vivirla bien plena, comprarse unos gramos de todo lo que hay disponible y disfrutarlos viendo la tele, escuchando música o simplemente con los ojos cerrados.

Un producto que encontré perdido por ahí, entre un stand de cristal de bohemia y un stand de venta de CD’s de música, fue el Difusor Térmico de Aluminio. Me detuve frente a la sillita, la mesita alta y un disco de aluminio de 18cm de diámetro e instantáneamente apareció Gonzalo a contarnos de que trataba.
Aunque ya me imaginaba el funcionamiento del difusor nos comentó sobre las ventajas que tiene frente a cocinar a fuego directo, los ahorros de gas y, por sobre todo, la producción a través de material reciclado. No sólo me gusta apoyar cualquier clase de proyecto a favor del reciclaje y la reutilización de materiales no degradables sino que el pibe me cayó muy bien y quien mejor que yo para probarlo y saber si funciona o no.
Me compré un difusor ($60) y ya sabía que había evitado que 60 latas de cerveza estén dando vueltas por ahí. Tomé mi tortillera (no piensen mal) de chapa, una porquería donde se quema cualquier cosa que cocine por más bajo que tenga el fuego y la apoyé sobre el difusor que estaba con la hornalla al 50% de su intensidad. Después de verter unas gotas de aceite de oliva y la mezcla de zapallito, cebolla colorada, huevo, sal y pimienta, pasé a taparla y seguí preparando otras cosas. Volví a la preparación, revisé si se había quemado y para mi sorpresa tenía el dorado perfecto con el que me salen las preparaciones usando las ollas Essen. Di vuelta la preparación y lo doré del otro lado. De ahora en más puedo convertir cualquier ollita mediocre o sartén barata en una Essen de doble fondo.




El Guerrillero Culinario
4 comentarios:
Lo que más me interesó y corri a comprarme, fue el difusor de aluminio pero por M libre a $ 45. Saludos muy bueno el blog siempre lo sigo.
Gran dato sobre el precio en ML. Después edito el blog y pongo ese dato. Gracias!
Anónimo, busqué el difusor TNR en Mercado Libre y no lo encontré. Si tenés el link pasámelo ya que los que hay son difusores diferentes y no son de aluminio.
No sólo los stands eran de sandwichs de jamón y queso, eran de jamón crudo y queso!!! Cocido? nada!
El stand de Amarté (té importado) era muy bueno. Buen precio para variedades dificiles de conseguir y linda presentación. Muy buena la nota!
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